A pesar de que se
predijo el fin de la radio, en la era de la imagen, el audio sigue cautivando
al público. Según los expertos, el podcast tiene mucho potencial que aportar a
los medios digitales. En el año 2017, el número de dispositivos conectados
mundialmente creció más de un 30%, superando ya los 8.500 millones. Ya hay más
líneas móviles que habitantes en todo el planeta según el Informe sobre la
Sociedad Digital en España de Fundación Telefónica. En este sentido, el
podcast continúa siendo una alternativa a la radio tradicional que se apoya en
el 50% de los jóvenes españoles que consumen los móviles entre el 90% y el 100%
de su tiempo en red. Además, el Estudio General de
Medios establece que el 6,5% de los españoles escucha la radio a través de Internet, a pesar de que el consumo de podcast en España sea de un 1,6% del
total (Santos, 2018) (Espinosa de
los Monteros, 2017) .
En Estados Unidos todo
se multiplica, y es que según un estudio de Edison Research y Triton Digital, tres cuartas partes de la población de
este país, mayores de doce años, está familiarizada con los podcasts.
Prácticamente la mitad alguna vez ha escuchado esta herramienta y una cuarta
parte la escucha cada mes (Sánchez, 2018) .
El mundo de la
publicidad ve una oportunidad en esta nueva herramienta, ya que los usuarios de
los podcasts se convierten en un interesante segmento para los anunciantes.
Constituyen un porcentaje más alto de usuarios de redes sociales y vídeos en
demanda y además, son muchas las personas que siguen las empresas o marcas en
las redes sociales.
La interactividad es una
de las características que más ha cambiado la dinámica de la producción
periodística. Se puede observar como cada vez más audiencia gana poder y pasa a
formar parte de la información, es decir, la selecciona y elige qué escuchar y
dónde hacerlo. En las herramientas que se están analizando también tiene una
gran relevancia el feedback. Mediante comentarios los usuarios les transmiten a
los profesionales qué les parece el audio o el vídeo, qué les gustaría escuchar
o ver, qué parte creen que son más útiles y cuáles son menos importantes. Con
esto lo que se pretende es que la audiencia interactúe y consiga que el
producto final sea de su agrado.
Interactividad/ Fuente: Pixabay |
Esta era en la que la
tecnología marca el ritmo, se suele llamar “Co”, la de co-crear con el
espectador, es decir, marcan las pautas para que el resultado final sea
favorable a la audiencia. Para esto es imprescindible el feedback con los
espectadores, de esta forma se conseguirá que su herramienta llegue a lo más
alto (Sánchez, 2018) .
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